Esta página nace para complacer los deseos de mis incontables y susceptibles seguidores, quienes no podrían vivir sin sus indispensables relatos, apoyados en décadas de estudio y maestría en diversas disciplinas (bah, todas en realidad). Ellos saben que nadie como yo puede contarles, y explicarles (en un léxico a la altura de su comprensión, para lo cual tengo que rebajarme bastante) (y hasta cometo adrede algunos errores de ortografía, para que no se vean tan inferiores), cómo son las cosas en las lejanas comarcas que tengo en suerte visitar. De mas está aclarar que confían ciegamente en todo lo que les transmito, y obviamente nunca se les ocurre intentar verificarlo por la whiskypedia, opiniones de terceros, y mucho menos apelando a su decadente experiencia personal...

julio 06, 2011

'Ultimo d'ia

12/03/11:

Antes que nada quiero pedirles disculpas a los ya adictos a este diario por no haber realizado las entregas a su debido tiempo. Se les devolver'a el dinero de la suscripci'on por los d'ias que no recibieron el servicio... De todos modos, no queda mucho interesante para contar, as'i que no se perdieron de nada. Arranco con el relato final.

Me despert'e a eso de las 6.30 am, con la firme inteci'on de acumular sue'no y cansancio para poder dormirme durante todo el viaje en avi'on del d'ia siguiente, y tambi'en para aprovechar la 'ultima oportunidad que ten'ia de visitar con Sara otro Swami, esta vez a'un mas grande que el anterior. A las 7 ya estabamos en camino, y s'olo nos detuvimos a comprar algo para desayunar en un 7-eleven, una cadena menos careta que Starbucks en la cual uno se prepara el caf'e seg'un sus preferencias, teniendo a dispocisi'on m'ultiples variedades y acompa'namientos. Entonces, con nuestros fecas saborizados, aromatizados, etc, y algunos panificados yankis que de los cuales no recuerdo el nombre, arribamos al citado mercado o feria americana, ubicado tambi'en en el extens'isimo estacionamiento de un college local. Pudimos recorrerlo por completo para las 9, consiguiendo varias buenas ofertas, y lamentando no tener lugar para llevar un juego completo de palos de golf y bolsa que estaba a menos de 150 d'olares (igual, ni le s'e pegar a la pelotita, as'i que hubiese sido una compra bien al doppler, al menos por ahora).

Regresamos al hogar despu'es de pasar por Walmart a comprar algunos v'iveres para el desayuno de los dormilones, y all'i nos quedamos un rato haciendo no mucho mas que charlar hasta que Lea parti'o con Sarita a jugar un partido de indoor soccer (tipo showball, con paredes para que la pelota no salga), que adem'as ten'ia otras reglas rar'isimas como la penalizaci'on si un jugador toca la pelota mas de 3 veces seguidas, etc. Sara se hab'ia ido a una reuni'on familiar llev'andose a Christian, as'i que Nico, Lilly y Yo aprovechamos para salir a conseguir algunas cosillas que me hab'ian encargado. Volvimos despu'es del mediod'ia, ya cerca de la tarde (las distancias hacen perder bastante tiempo), y luego de picotear algo y aguardar la llegada de Lea, salimos nuevamente con la firme intenci'on de terminar de destrozar lo poco que quedaba de mis finanzas, bah, en realidad termin'e endeudado hasta la m'edula, jaja, todo gracias al milagro de las tarjetas de cr'edito (encima es extensi'on de la de mam'a, as'i va a aprender a no andar dando extensiones a cualqueiera, jaja). La compra no programada (con anticipaci'on digo) en cuesti'on fue una tele, que realmente estaba aproximadamente 4 veces mas barata que en Argentina. Tambi'en compramos un cacho de Salm'on, lo que termin'o de constitu'ir el carrito de supermercado mas extra'no que v'i en mi vida.

Una vez en la casa, probamos la tele mientras Lea se cocinaba el riqu'isimo y rosado pez, acompan'ado por pur'e y camarones, y despu'es de ver un poco de tele y realizar las despedidas preliminares, me fu'i a la cama con la t'ipica melancol'ia de final de vacaciones.

Ciao.

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