Esta página nace para complacer los deseos de mis incontables y susceptibles seguidores, quienes no podrían vivir sin sus indispensables relatos, apoyados en décadas de estudio y maestría en diversas disciplinas (bah, todas en realidad). Ellos saben que nadie como yo puede contarles, y explicarles (en un léxico a la altura de su comprensión, para lo cual tengo que rebajarme bastante) (y hasta cometo adrede algunos errores de ortografía, para que no se vean tan inferiores), cómo son las cosas en las lejanas comarcas que tengo en suerte visitar. De mas está aclarar que confían ciegamente en todo lo que les transmito, y obviamente nunca se les ocurre intentar verificarlo por la whiskypedia, opiniones de terceros, y mucho menos apelando a su decadente experiencia personal...

julio 05, 2011

Sons of a Beach

02/03/11:

Me despert'e tempranito cuando Nico sal'ia para el trabajo, a eso de las 7.30, y luego de los ejercicios rodill'isticos, ducha y zerdesayuno (que incluyo jugo de naranja, bowl de cereales de chocolate, leche, galletitas de chocolate y 3 huevos fritos), me sent'e en la compu a responder mails de mis admiradores y a planificar el itinerario del d'ia. La idea principal era ir para el oeste, para tener un pantallazo de las famosas playas californanianas.

Tard'e m'as de lo que cre'ia en organizar la partida, as'i que termin'e saliendo a eso de las 11, cargando el GPS y una latita de root beer para apaciguar la sed en los primeros kil'ometros. Una cosa interesante que no hab'ia mencionado de algunas freeways es que tienen unos sem'aforos en las entradas, que van dosifcando la entrada de los autos pasando de rojo a verde intermitentemente, de modo que los autos se van colocando como si fuera en una largada de formula uno esperando la senal de partida. Mi primer destino era Malibu beach, de modo que escrib'i el nombre en el aparatito y me largu'e a las rutas, escuchando, para darle m'as atmosfera al asunto, la 'unica radio que pasaba rock que pude encontrar (escuch'e hasta temas de los guns 'n roses), ya que la gran mayor'ia ofrec'ian reggaetones y dem'as mierdas boliguayas. Nuevamente me maravill'e con la organizaci'on del tr'ansito, la complejidad de las autopistas y el paisaje circundante, aunque como diferencia debo decir que pude ver adem'as de residenciales, zonas fabriles, donde f'abricas gigantescas ostentaban inmensas maquinarias y tuber'ias descomunales, bajo la sombra de la infaltable bandera yanki ondulando en los pabellones cerca de las entradas, o simplemente pintadas en las paredes.

Despu'es de unas 40 millas de autopistas logr'e divisar el oc'eano pac'ifico, y mediante una calle que se habr'ia paso descendiendo entre enormes rocas, llegu'e hasta una amplia avenida costanera, que separaba los empinados riscos poblados de casas en la altura y hasta encalladas en las rocas (como la de Tony Stark, de Ironman), de las casas constru'idas casi sobre el agua, con muy poca arena de por medio. Manej'e unas 15 millas por dicha avenida, intercalando zonas de playas p'ublicas, las t'ipicas de malibu que se pueden ver en la serie Baywatch, pobladas de surfistas aun en invierno; con partes que, como mencion'e antes, apenas hab'ia espacio entre la ruta y el mar como para que entrara una
casa casi colgando sobre el agua, sostenidas por grandes vigas de madera.
Para ese entonces ya hac'ia rato hab'ia pasado el mediod'ia, as'i que decid'i parar a almorzar en un Jack in the box, pidiendo un "All american Jack", con papas "curly", que no dist'o mucho de un big mac, salvo por las papas curvadas... Lo que s'i, todav'ia no entiendo por qu’e carajo te ofrecen agrandar la bebida, si uno puede servirse cuantas veces quiera... Com'i, beb'i, y con mi bebida recargada sal'i a caminar un poco por esas hermosas playas, sacando algunas fotos desde un muelle, y luego bajando a la arena para realizar el ritual cabeza que siempre tengo tanto para los lagos como para el mar, el cual consiste en mojarme los pies sin importar si es verano o invierno. Lo cierto es que el agua estaba mucho mas fr'ia de lo que pensaba, lo que me llev'o a pensar en lo locos que estar'ian los surfistas que esperaban tranquilamente las olas, quien sabe por cu’anto tiempo, ya que el mar estaba tan quieto que parec'ia un espejo. Mientras miraba a los flotantes y pacientes muchachos pude apreciar un curioso efecto que se daba en ese momento, en el cual no se pod'ia distinguir el horizonte a causa de que el cielo nublado ten'ia el mismo color que el mar, lo que obviamente era incrementado gracias a la quietud del mismo.

Regres'e al auto y decid'i que por el momento pod'ia cortar con las playas, as'i que tom'e el zigzagueante Sunset boulevard, que me llev'o por hermosos barrios poblados por acogedoras casas y densa vegetaci'on, algo que no me esperaba para nada. Muchas millas recorr'i dicha arteria, pero no fu'e hasta que llegu'e a Beverly Hills cuando termin'e de entender cu’ales son los 3 tipos de casas que hay por estas zonas, a saber: est'an las casas lindas, las de puta madre, y las de la reconcha de la lora, y lo mismo aplica para las mansiones. Hasta este momento hab'ia visto casi todas casas lindas, y algunas de puta madre, pero en Beverly Hills son todas de la reconcha de la lora, y eso en la zona pobre... Meti’endose uno m’as para adentro se pueden ver mansiones enormes, con varios cientos de metros de parques, y ligustrinas de ‘arboles frutales detalladamente podados, que hacen quedar lo anterior como la villa 31.

Cuando decid'i que hab'ia sido suficiente opulencia, retorn'e a la sunset y segu'i camino hasta pasar por los bares m’as famosos de los Angeles (que no se encuentran tan lejos de la zona de las mansiones), The Roxi, Whisky a gogo y el Viper. Obviamente ni entr'e, y segu'i camino pasando por las playas de Santa M'onica y Rancho Palos Verdes hasta llegar a Long Beach, una ciudad mucho m’as grande de lo que me imaginaba, con casi la misma cantidad de edificios que Los Angeles. All'i, adem'as ver las mismas playas de Baywatch, con sus grandes extensiones de arena y sus canchas de voley amontonadas de a decenas, tambi'en pude apreciar los tranquilos barrios que desembocan en las mismas, con sus bicisendas y trotesendas bastante cargadas de entusiastas de dichas actividades.

Segu'i viaje pasando por otras ciudades costeras, como Seal Beach, Sunset Beach, y Huntington beach, cada una con su condimento especial, pero con el factor com'un de destilar guita a rolete. Por ejemplo, al salir de Long Beach, v'i un canal que sal'ia al mar en el cual hab'ian anclados, no quiero mentir, miles de yatecitos, uno al lado del otro, hasta que se perd'ian de vista... Luego, en el trayecto entre Huntington beach y Newport beach vi otras cosas curiosas, como por ejemplo una largu'isima zona de estacionamiento especial para casas rodantes, justo entre la ruta y el mar, que se extend'ia por al menos 10 millas, ininterrumpidamente. Lo otro fue la presencia de plataformas petroleras muy cercanas a la costa en dicha zona, junto con los cosos esos que extraen petr'oleo de la tierra del otro lado de la ruta.

La 'ultima zona costera que visit'e fue Newport beach, una mezcla entre Pinamar, Punta del Este, el Tigre y Nordelta, obviamente varios escalones arriba, donde las casas terminaban directamente en canales que luego se comunicaban con el mar, y obviamente, adem'as de tener estacionados autazos al frente, ten'ian anclados sus yatecitos atr'as... No pude evitar pensar como puede ser que haya semejante cantidad de gente con taaaaaaannnnta plata, pero despu'es, tal como me dijo Nico, record'e que ac'a hay 250 millones de habitantes aproximadamente, y el 20 % es millonario, es decir, m’as gente que la poblaci'on de Argentina es millonaria en EEUU, as'i que no era tan raro lo que ve'ia. Shockeado de tanta hermosura (y desigualdad), al ver que llegaba la noche decid'i entrar a un starbucks a comer algo, pasar por el n'oba a hacer pip'i, y emprender la retirada. Casi me sale todo perfecto, l'astima que me quise hacer el canchero pidiendo algo al azar y termin'e con uno de esos frapuchinos fr'ios... igual no estuvo tan mal...

Puse "home" en el GPS, y en menos de una horita ya estaba en la casa contando mis traves'ias a los chicos. Luego, al acercarse la hora de cenar, nos fuimos con Sara a un super llamado "Food 4 less", en el cual se consiguen vegetales a buen precio, ya que eran necesarios para que les cocinara mi famoso risotto vale todo, receta que incluye infinidad de ingredientes y sazones. Por suerte no intoxiqu'e a nadie, y si no les gust'o, lo fngieron muy bien (adem'as, cocin'e para un batall'on, as'i que vamos a tener para repetir varias noches...). Lo acompan'amos con un vinito rosado californiano que cumpli'o muy bien su papel. De postre nos clavamos unas frutillas gigantes ban'adas en leche condensada, lo que termin'o de cerrar mi apetito, as'i que nos pusimos a mirar unas fotos viejas con Nico, entre las que se destacaron unas que se hab'ia sacado con la Suller a la salida de un programa nocturno de Rial all'a por el 94 o 95 creo... Despu'es de semejante espect'aculo no quedaba m’as que irse a dormir.

Hasta la pr'oxima.










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