01/03/11:
Me levant'e a eso de las 9.30, todav'ia golpeado por los shots de tequila, y decid'i salir a correr un poco con la idea de matar dos p'ajaros de un tiro: continuar la rehabilitaci'on de mi olvidada rodilla, y bajar, aunque sea un poco, las calor'ias ingeridas con el mantecado de la noche anterior. Otros p'ajaros bajados con esa pedrada inclu'ian conocer el barrio por primera vez a pie, y estrenar las zapatillas de correr que hab'ia adquirido en shoe city. Ya todos se hab'ian ido a sus respectivos trabajos/escuelas, as'i que tom'e mis llaves y sal'i.
En la pedorra media hora que corr'i, pude comprobar que mi estado es lamentable (termin'e con la lengua afuera) y que los yankis mir'an con terror a la gente que va a pie. Era una especie de extraterrestre, tanto la gente en sus casas como los automovilistas parados en los sem'aforos me clavaban imp'udicamente los ojos y se quedaban as'i hasta que me alejaba por completo. Al regresar al hogar, luego de la ducha y el desayuno de rigor, me dispuse con tranquilidad a revisar mails, navegar un poco y escribir el reporte del d'ia anterior. Finalizadas esas tareas, ya cerca del mediod'ia, comenc'e los preparativos para mi primer excursi'on sin acompan'antes por tierras californianas.
Por suerte, adem'as del toyota Camry que hab'ian dejado a mi disposici'on, Sarita me hab'ia prestado su GPS, el cual, luego de un pequen'o curso introductorio, pude utilizar sin inconvenientes. Mi primer destino fue el trabajo de Nico, lugar al cual fui para llevarle una computadora que hab'ia olvidado. Puse la direcci'on en el aparatito y arranqu'e, sindo grande mi alegr'ia al ver que se mov'ia el autito en la pantallita, y que las calles del mapa coincid'ian con las que iba pasando (como ver'an, nunca hab'ia usado unos de estos bichos, y la verdad es que les ten'ia un poco de desconfianza). Llegu'e mi destino cometiendo 'unicamente un error, el cual solucin'e r'apidamente gracias al famoso "recalculating" de dichos aparatos. Cumplida esa tarea, era hora de salir aventureramente a dar vueltas con el auto.
Mi pr'oximo destino ser'ia un centro comercial que me hab'ia recomendado un comprador compulsivo que visit'o estas tierras hace algunos meses, llamado (el shopping, no revelar'e la identidad de mi informante) Ontario Mills. Puse la direcci'on en el GPS y arranqu'e. El shopping se encontraba a unas 35 millas (50 km aprox), en la ciudad de Ontario, condado de San Bernardino creo (parece que hay 4 grandes condados: el de Los Angeles, el de San Diego, el de Orange y el de San Bernardino). Debo confesar que, a medida que pasaban las millas y las combinaciones de freeways, mi amor por el GPS crec'ia mas y mas. Hubiese sido realmente imposible ubicarme con mapas de papel para llegar a este (o cualquier otro) destino sin su invaluable ayuda. Sin exagerar, debo haber tomado unas 6 autopistas diferentes, y a veces hab'ia que salir a la derecha y quedarse en un carril espec'ifico, porque los otros se convert'ian en otras freewas, etc.
Volviendo al relato, la ruta hacia Ontario es realmente muy pintoresca, y ya a los pocos kil'ometros comienzan a verse unas hermosas colinas sobre las que se posan casas de puta madre, por entre las cuales serpenteaba la ruta y, mas adelante, hasta se ven vaquitas pastando en dichas colinas (un cambio con respecto a nuestras vacas que siempre est'an en el llano). Adem'as del hermoso paisaje natural, coronado por unas inmensas montan'as nevadas de fondo (que no me esperaba para nada en esta zona), tambi'en qued'e impresionado por la ingenier'ia de las combinaciones de autopistas. La verdad, en ciertos momentos parec'ia una montan'a rusa por lo empinado, las curvas y contracurvas, y la cantidad de caminitos que se cruzaban a distintas alturas. Obviamente, cada vez que pasaba por estas intersecciones no olvidaba bendecir a mi GPS...
Llegu'e al shopping luego de atravezar varias ciudades, con barrios de casitas muy lindas, y ver algunas cosas muy locas, como inmensas consecionarias de venta de casas rodantes, con playones de cientos de metros cubiertos de dichos veh'iculos, estacion'e y le saqu'e unas fotos a las montan'as nevadas que estaban bastante cerca. Una vez dentro, luego de comprobar la magnitud del mismo, me dispuse a recorrerlo con tranquilidad, sin mucha idea de comprar, mas que nada para ver cosas locas, comparar precios con argentina, etc. Ciertamente cre'ia que iba a encontrar mayores diferencias en casas como Tommy Hilfiger, Banana republic, Gap, etc, pero me decepcion'e un poco... (y, al lado de los precios del mercado de pulgas que hab'ia conocido, hasta estos estaban altos, pero segu'ian estando un poco mas tobaras que en Bs As). Estuve un buen rato recorriendo, y mientras lo hac'ia tuve la oportunidad de ingerir la siempre bienvenida comida chatarra, la cual acompan'e con un batido de frutas, como para compensar un poco la mala nutrici'on no saludable...
Luego de algunas horas de recorrido,unas pocas compras de rigor (entre las que se inclu'ian jueguitos para la kinect) y unos pies que no daban mas (me cansa mas esto que correr una marat'on), decid'i que ya hab'ia sido suficiente, as'i que me sub'i al auto con la firme intenci'on de llegar a las enormes montan'as nevadas que ten'ia en la mira desde el viaje de ida. Obviamente no sab'ia su nombre, as'i que no pod'ia indicarle al GPS el destino que quer'ia, de modo que decid'i llamar a Nico (Sara me hab'ia dejado su celular), pero no supe explicarle bien en donde estaba ni a donde quer'ia ir, as'i que tampoco tuve 'exito. Intente lo mismo con Sara, y me dijo que tomara la freeway 15, que llegaba a las montan'as. En ese momento tuve mi primer frustraci'on con el GPS, ya que no supe como encontrar dicha autopista, pero me hab'ia dado tantas alegr'ias que decid'i darle un descanso y me mand'e por mi cuenta apuntando derechiiiito para las montan'as. Lo que no calcul'e (bah, fueron muchas cosas en realidad), fue el hecho de que estaban mas lejos de lo que cre'ia, as'i que tuve que recorrer unas 20 millas por una calle doble mano que sub'ia cada vez mas pronunciadamente, lo que me tom'o un tiempo considerable, epecialmente por los sem'aforos. Para eso de las 17.30, siendo ya casi de noche, comenc'e a sentir que se me tapaban los o'idos, como pasa en el avi'on, lo que indicaba que estaba bastante alto, pero lamentablemente la calle se termin'o antes de llegar al alcance de la nieve, por lo que tuve que conformarme con unas fotos nom’as. Al bajar pude comprobar lo empinado de la subida, ya que sin pisar el acelerador el auto llegaba a 60 millas por hora (casi 100 kmxh), por lo que ten'ia que ir pisando el freno constantemente.
Puse las coordenadas de la casa, y emprend'i el viaje de regreso, pudiendo disfrutar del mismo hermosos paisaje, pero esta vez de noche, por lo cual pude apreciar todas las luces de las casas en las colinas, etc. Algo que hab'ia olvidado mencionar es la sensaci'on de tranquilidad inexplicable que brinda el viajar con la combinaci'on de GPS y caja autom'atica. Se siente casi como si no estuviera manejando, uno no se preocupa por estar atento a los carteles ni por pasarse de la bajada correcta, y puede disfrutar con tranquilidad del paisaje. Adem'as, los bichos estos te cantan las siguientes man'obras con much'isima anticipaci'on, y hasta calculan el tiempo que tardar'a el recorrido, lo que le termina de dar el toque de gracia a la experiencia de viajar.
Las autopistas estaban m’as cargadas de regreso, as'i que llegu'e un poco despu'es de las 19, y ya todos estaban en casa. Jugamos un rato a los juegos de kinect que hab'ia comprado, fuimos a comprar nuevos remedios a la farmacia (est'a pegando fuerte el invierno), y al regresar cenamos unas "chimichangas" que me hicieron acordar a Dustin Hoffman en los fockers 2, acompan'adas por Root Beer, una gaseosa muy popular ac'a, que no es mucho m’as que syrup gasificado. Despu'es de la cena, nos quedamos con Nico viendo los sketchs de american psichobolche de capusotto, y unos comerciales bien cabeza redneck yanki de una cadena de comida r'apida llamada Jack in the box, con los que me cagu'e de risa, y obviamente tengo ganas de probar.
Hasta la pr'oxima.
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