07/03/11:
Nos levantamos a eso de las 10, y luego de hacer el check out, puteando por el p'esimo servicio del hotel, algo muy raro ac'a en EEUU, en donde todos te sirven con una sonrisa de oreja a oreja, y salimos para desayunar y probar por 'ultima vez nuestra suerte antes de regresar a California.
Despu'es de dar algunas vueltas (no es tan facil encontrar lugares para comer en Las Vegas), y comprobar que los bufets que nos interesaban ya no serv'ian lo que quer'iamos despu'es de las 11 am, nos decidimos por hacer un brunch en la popular cadena Subway, donde me baj'e un sandwich de alb'ondigas con peperoni, queso cheddar y quien sabe cuantas cosas mas, tan largo que parec'ia el que Homero no puede terminarse despu'es de varios d'ias de batallar. Una vez con la panza contenta, le dimos la 'ultima chance a la ruleta, en un casinucho sin hotel que permit'ia fichas de 1 d'olar, donde nuevamente las probabilidades funcionaron como deben funcionar, a favor de la banca. Pudimos cortar la mala racha lo suficientemente a tiempo como para poder retirarnos de Las Vegas con ganancias en nuestros bolsillos (escasas, pero ganancias al fin...). Nos subimos al auto, y despu'es de pasar nuevamente por los inolvidables monumentos frente a los hoteles, apretamos el bot'on "home" del GPS, y nos subimos a la ruta que nos llevar'ia de regreso a la casa.
Esta vez tuvimos el buen tino de cargar nafta r'apidamente, en este caso en la ciudad de Primm, la del decadente casino en donde paramos para ir al ba'no en el viaje de ida, lo que nos oblig'o a reflexionar acerca de lo incre'ible que puede llegar a ser la conducta de las personas que se pasan el d'ia en esos pestilentes casinos, teniendo a pasos una ciudad tan incre'ible como Las Vegas (en donde, si sienten nostalgia, tambi'en pueden frecuentar casinos pestilentes...). Que se yo, tengo que admitir que es una ciudad que tiene lo suyo, ya que logr'o impresionarme gratamente a pesar de ser yo alguien a quien no le llama la atenci'on ni la noche ni el juego.
Lleno el tanque, seguimos camino, recorriendo nuevamente esos descomunales paisajes des'erticos y monta'nosos, a los que se les sum'o el impensado condimento de unas tormentas de arena que no dejaban ver el horizonte, y de un fuerte viento que en varios puntos de ruta bambole'o el auto como si fuese una hoja a su merced. Por suerte no nos complic'o para nada, y logramos llegar sanos y salvos a Garden Grove para eso de las 17:30. Una vez en el hogar, luego de desarmar los bolsos y descansar un poco, cenamos temprano un delicioso Salm'on que Sara ten'ia casi listo, y nos quedamos mirando pel'iculas hasta la hora de dormir.
Ma'nana me espera un largo d'ia, ya que tengo que ver si puedo solucionar el tema de mi visita a la corte/multa de tr'ansito antes de salir con destino a San Francisco, as'i que celebro no haber tenido mucho para escribir esta noche.
Nos vemos.
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