Esta página nace para complacer los deseos de mis incontables y susceptibles seguidores, quienes no podrían vivir sin sus indispensables relatos, apoyados en décadas de estudio y maestría en diversas disciplinas (bah, todas en realidad). Ellos saben que nadie como yo puede contarles, y explicarles (en un léxico a la altura de su comprensión, para lo cual tengo que rebajarme bastante) (y hasta cometo adrede algunos errores de ortografía, para que no se vean tan inferiores), cómo son las cosas en las lejanas comarcas que tengo en suerte visitar. De mas está aclarar que confían ciegamente en todo lo que les transmito, y obviamente nunca se les ocurre intentar verificarlo por la whiskypedia, opiniones de terceros, y mucho menos apelando a su decadente experiencia personal...

septiembre 24, 2011

Día 5: Recitando (y viviendo) los mantras


24-09-11: 

Fieles a la filosofía de la mejora contínua, nos despertamos a las 7 am, riéndonos en la cara del verso descarado del jet lag, para comenzar una nueva jornada de emocionantes decubrimientos, no sin antes ingerir nuestro delicioso y proteico desayuno, con los infaltables, huevos al micro, pancito (esta vez no había tostadora) y jamón, acompañados por jugo de naranja y manzana (una melange trés interesante)  y chocolate caliente para Rober y para mí, y cafecito para el colorado integrante. A propósito del rojo, el muy conservador (podríamos decir que es de derecha recalcitrante en cuanto a la gastronomía) se sigue rehusando a comer huevos en el desayuno, y encima tuvo el tupé de acusarnos de no cuidar nuestra salud, arguyendo que su costumbre de tomar Valium todas las noches (como si fueran tictacs) era mucho más sana que nuestra primera comida, con la justificación de que el Valium es “así” (gesto realizado juntando los dedos pulgar e índice para formar un círculo de dimensiones insignificantes y así menospreciar sus presuntos efectos nocivos…).
El itinerario comenzó con una intensa caminata por las calles céntricas de la ciudad, que aparecieron ante nuestros ojos luego de atravesar unas pocas cuadras residenciales pobladas por casas de madera de estilo victoriano (similares a las de San Francisco, pero un poco más pedorras). Lo primero que llama la atención de las arterias comerciales de Wellington es la inmensa cantidad de barcitos, pubs y bolichitos, especialmente por el hecho de que la ciudad no posee muchos habitantes. Otro punto a remarcar es la disminución en el orden y la limpieza con respecto al resto de las ciudades visitadas, y la presencia de algunos homeless y mendigos, debutando ante nuestros ojos en el país. Recorrimos varias calles, pasando por lugares tan curiosos y pintorescos como una iglesia que disponía un cartel que rezando la frase “Jesus loves the All Blacks” (y era un cartel de la iglesia), para encontrarnos por primera vez con un negocio de ropa local que verdaderamente nos volvió locos con las cosas que vendían ahí. Se trataba de un local de la marca Canterbury, que viste a varias selecciones, pero que además tiene una línea bastante interesante, y con precios mucho más accesibles que los que veníamos viendo, por lo cual decidimos darle una oportunidad, no sin antes recitar por enésima vez una de las dos frases que mejor describen el espíritu de éste viaje: la resignada pero no menos valiente “YA FUÉ…”. A continuación nos fuimos a tomar una especie de monorail que ascendía por una empinada colina, sobre la cual se levantaba un barrio residencial muy pintoresco, obviamente con una vista que dominaba la ciudad y la bahía de manera íntegra. Desde allí pudimos apreciar nuevamente la inmensa cantidad de embarcaciones flotando en las aguas cristalinas, llegando a la conclusión de que debía de haber alguna especie de plan “Yates para Todos” en marcha. Ah, en el trayecto ascendente mediante el monorail tuvimos oportunidad de seguir nuestros limitados pero no por eso menos boqueantes duelos verbales con los escoceses, cruzándonos con un tipo que nos dijo que viene esperando este momento desde el mundial pasado para vengarse de la eliminación que les propinamos en cuartos de final. También charloteamos con un yanqui (esto fue cuando bajábamos) que se instalaba seis meses por año en la isla, quien nos ilustró sobre las bondades de la práctica médica en NZ, comparando los carísimos seguros para mala praxis que estaba obligado a pagar en EEUU.

Luego del descenso, continuamos nuestro recorrido por la zona del centro administrativo (no sin antes ingerir un suculento segundo desayuno consistente en capuchinos con pain au chocolat y strudel de manzana, para que vean que no discriminamos gastronómicamente hablando), sacándonos algunas fotos en el edificio del parlamento, estructura de arquitectónica muy original, con forma de una especie de cono aterrazado o dentado (se me escapa una mejor descripción, vean las fotos… cuando pueda subirlas…). Allí desplegamos y retratamos por primera vez nuestra gigantesca bandera, portante del rostro inmortal del filósofo Walter Nelson, rezando su inolvidable frase de cabecera “VER PARA CREER” (algunos herejes se la atribuyen a San Agustín, pero todos sabemos que son patrañas).
Continuamos nuestro derrotero peatonal por la zona portuaria, recorriendo algunas zonas que habíamos atravesado la noche previa en la caravana hacia el estadio, las cuales pudimos apreciar de manera distinta a causa de la luminosidad del día, destacándose nuevamente el color verde aturquesado del agua por sobre todas las cosas. Siguiendo el camino del puerto arribamos a las afueras del museo Te Papa, al lado del cual nos encontramos con un stand bastante interesante de Cancillería Argentina, repleto de ... (y, de que va ser) bailoteando alegremente al ritmo de temas de rock nacional. Allí nos reunimos con Marcela, una rojense que trabaja justamente en cancillería, quien amablemente nos convidó unos mate cocidos, pastafrolas, nos regaló pines escarapelísticos, y hasta nos presentó al embajador (faltaban los Ferrero Rocher). Igual, esos tentempiés no significaron nada para nuestros exigentes estómagos, así que nos escapamos a un Burger Fuel, importante cadena de fast food kiwi, donde cargamos combustible Premium para continuar con el itinerario (ya eran como las 2 de la tarde). De vuelta en el museo, nuevamente tuvimos el asesoramiento de nuestro rojense contacto,quien nos colocó en tiempo record en una interesante muestra de bailes maoríes, donde pudimos disfrutar de una amplia variedad de hakas, los cuales al parecer no sólo son rituales guerreros, ya que también los hay de amor y de tristeza (haka bolero y haka de protesta…) Ahora, la verdad me quedé muy impresionado con la expresividad de éstos tipos, es increíble lo que transmiten con la cara, si quieren transmitir agresividad, pucha que lo logran con las caripelas que ponen en las danzas guerreras (hasta las minas meten miedo cuando abren los ojos bien grande), pero lo sorprendente es que cuando representaron los otros bailes, las caras de felicidad en los alegres, y de amargura en los tristes, transmitían a la perfección el mensaje (o al menos eso interpreté yo, ya que obviamente no se entiende una goma lo que dicen, que dicho sea de paso para mí están tirando sílabas al azar, haciéndonos creer que eso es un idioma…).
Luego de la exhibición, nos dispusimos a recorrer el museo, que nos sorprendió por lo completo y moderno que era, especialmente teniendo en cuenta que la entrada es libre y gratuita. Una vez que nos vimos bastante saturados de la historia natural, geográfica, política y artística del país anfitrión, decidimos regresar a nuestra morada, realizando la pasada número 5 por delante del hotel de los pumas, donde afortunadamente nos cruzamos con un jovial tano Lofreda, que accedió de buen gusto a sacarse una foto con nosotros. También vimos de lejos a Felipe y Manuel Contepomi (parece que a Bebe lo cagaron con el crédito bancario que le recomendó Pichot), pero no nos animamos a joderlos porque estaban morfando (no vaya a ser que nos morfen una mano estos animales).  

Fuera de contexto, pero me había olvidado de comentarlo, está el hecho de que en estos días el clima del partido frente a Escocia ya se está viviendo a pleno, cruzándonos bastane seguido con escoceses en kilts (creo q así se llama la pollera) con los que intercambiamos limitados “buuuuuu”s, o simples pero suficientes sonrisas cómplices. Repito, hay que hacer un curso de boqueo en inglés en alguna academia para el próximo evento de éstas características… De todos modos, la cantidad de escoceses no le llega ni a los talones a la de compatriotas que vimos, copando la ciudad de una manera inesperada, logrando que, por ejemplo, en el Te Papa sintiéramos que estábamos en el museo de ciencias naturales de La Plata por la cantidad de “che”s que se oían por doquier. Ah, otra cosa a destacar es la importante difusión de la marca Argentina que debe llevar adelante Cancillería, fuera de joda, todo muy bien puesto, siendo el único país que despliega semejante esfuerzo en promocionarse. Viva Perón Carajo!

Bue, ya en nuestro hotel, a eso de las 17 horas, acreedores de un merecido descanso por la extensa jornada de pataleo, nos dimos unos chapuzones en la solitaria pileta climatizada, acompañados por una breve sesión de gimnasio, ya que, si bien es cierto que somos tipos genéticamente privilegiados, mantener un físico perfecto como el nuestro requiere de algunos sacrificios. La actividad fue coronada con una gratificante pasadita por el sauna, en el cual casi me duermo una siestita de lo confortable que estaba.
Acto seguido, nos cambiamos y bajamos al barcito del hotel para mirar Inglaterra – Rumania acompañados de una interesante cerveza neozelandeza, y luego partimos para el fan zone, donde teníamos intensiones de presenciar el choque entre los locales y el seleccionado galo, partido que prometía importantes emociones. Un poco antes de llegar decidimos cenar en un típico restaurancito Malayo (típico de acá, que está poblado de locales de gastronomía asiática), donde tuvimos la oportunidad de ver el baño más bizarro del mundo (depositaban las ollas y cajas de comida a escasos metros del inodoro), y, pasando a la comida, le entré a un picantísimo curry acompañado por una cerveza de jengibre (no diré que era rica, pero si llegaba a ser interesante), mientras que los muchachos se decidieron, entre la extensísima variedad de platos impronunciables que ofrecían, por un salteado de fideos de arroz, vegetales, mariscos y pollo, que tampoco dio mucho que hablar. Obviamente salimos de allí con las ropas perfumadísimas (pobrecita mi camiseta del Racing Metró (aguante la acadé), que dicho sea de paso nadie identifica como tal, snif, rezando cada turista que me la ve puesta un erróneo “go arshentina”, al cual tengo que responder con un triste “ye…”) (ni los franceses la reconocen, manga de ignorantes…) y con un dragón que aterrorizaría al mismísimo San Jorge, asi que pegamos una pasadita por un local de estación de servicio para clavarnos unos helados de palito y unas golosinas que apagaran el fuego, arribando a la pantalla gigante justo a tiempo para el kick off.
El marco nos pareció imponente, con una multitud de gigantescos ciudadanos locales expentantes, rodeando por completo a las pocas pero ondulantes banderas francesas, flameando al ritmo de la marsellesa, las cuales estuvieron muy activas durante los primeros minutos del encuentro, dominados íntegramente por los francoparlantes. Lamentablemente, como está pasando seguido en el mundial, tampoco les duró la nafta, y pagaron sus errores defensivos con una paliza inesperada, al menos para nosotros, que esperábamos un encuentro mucho más reñido. También nos decepcionó un poco la actitud de los kiwis, los cuales, al igual que lo que habíamos percibido en el estadio, parecían estar en otra, todos vestidos para salir, con sus minitas, sin hacer comentarios del partido, etc. Sólo se les escuchaba gritar (y bastante bajito) cuando había algún tacle agresivo, o cuando la tocaba Sonny Bill Williams, por lo cual concluímos que eran todos una manga de pelotudos, y decidimos volver al hotel para ver el segundo tiempo (además nos estábamos cagando de frío…). Una vez en el taxi, porque ya había sido mucha caminata por un día, reflexionamos acerca de la naturaleza del evento, y concluímos, al menos yo, que en realidad la cosa no había sido tan ilógica. Mi interpretación es la siguiente: si hubiese un mundial en Argentina, y los pumas jugaran en Córdoba, estimo que las personas a las que les interesa el juego lo verían tranquilitos en la comodidad de sus casas, dejando una pantalla gigante, en el obelisco por ejemplo, para los pelotudos que quieren ir a caretear antes de salir a la noche, así que estimo eso debe ser lo que vimos…

Un poco decepcionados regresamos a nuestra amplia habitación, en la cual apenas pudimos terminar de ver el encuentro, tal era el cansancio que teníamos (obviamente esto lo escribí al otro día, porque palmé como el mejor mirando la tele). Acuérdense que mañana juegan los pumas, a las 4.30 am de ustedes creo (20.30 de acá, que hubo un corrimiento a horario de verano, por lo cual ahora tenemos 16 horas de diferencia). Vamos a tratar de atar la bandera de Ver Para Creer al borde del campo de juego, y nosotros estimo estaremos bastante mas arriba con otra banderita, a ver si estos trolos nos enfocan…

Au revoir.

PD: Rober agradece de corazón el apoyo que le están brindando (el comentario de Silvia también fue asumido como halagador, jajaja) volverá a las rutas a la brevedad!!!
PD2: En tu cara Nurse (igual, no me conviene boquear mucho porque la multa no se va a hace esperar…)
PD3: Acuérdense de poner la firma al comentario, nos quedamos arafue de quién fue el que puso lo de la vieja buche.

















9 comentarios:

  1. Cheee.....no lo maten a Rober que todavía falta que Juanpi se lleve puesta una patrulla de atrás.....
    Juancho: es como si viajara con Uds.....gracias por el aguante y el tiempo.....
    Alberto

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  2. Me quedó picando una pregunta, aunque temo la respuesta...Si una de las 2 frases que describe el espíritu del viaje es:"Ya fue...", ¿cuál es la otra??????
    Y... Racing? Agradecé que te dicen: "go, arshentina..." Ni acá te dirían: "vamo la acadé..."

    Besos, que sigan los reportes!!!!

    María

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  3. Yo me pregunto porque no boquean en español!!!
    que tanto academia de ingles para boqueadores!!!!
    Que aprendan ellos español!!!!

    Dudo que me levante a las 4.30.. pero espero cuando me levante ver el resumen del partido.
    Gracias Juampi!
    Besos
    Daniela, desde la mejorada primavera porteña.

    Auspicio este comentario..
    INSTITUTE OF ENGLISH "LOS HIJOS DE POOH", managed by their owners, Gerli native.

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  4. Buenisimos todos los relatos, me hicieron reir un monton y revivir lugares que conocí cuando fui a visitar a una gran amiga que vive hace muchos años en Auckland, aunque esto no la hace olvidar sus orígenes (al menos en el mundial de rugby...) habiendo tuneado su caminoneta con bandera argentina y de los all blacks transitando asi las calles neozelandesas. Seguiré leyendo y aprovechemos el bonus track que nos da el resultado del partido de hoy. Silvana
    pd: gracias a otra gran amiga que me recomendó el enlace.

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  5. mmm...Burger Fuel..!! Bien ahi..!!
    pero...por dios aflojen con el morfi.!
    Ce

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  6. Qué grande Silvana y su comentario! JP ya tenés lectores foráneos. Este blog se va para arriba like seadiver's fart!
    PD: lo mataste al drogadicto del colo (y tb al rober) exponiendo su valium addiction...

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  7. por dios...siendo las 6,30 hs de argentina...he vivido un momento de locos...me imagino
    vos allà...fuè algo increible...sigamos haciendo fuerza...vamos pumas...
    abrazos

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  8. Muy bueno!!!!!!
    Y muy buena la bandera!!! Walter Nelson me parece medio pelotudo, pero la verdad es que la frase y la bandera están geniales. Mañana me voy a poner el despertador a las 4 y 20, no sólo por los Pumas, sino para ver si te distingo en las tribunas. Yo también estuve boqueando un poco en la clase de inglés de hoy.... "tengo un amigo que está allá".... Muy grosso!
    Ojalá ganemos, no entiendo mucho de rugby, pero si ya les hemos ganado antes.... Ver para creer!!!
    Un beso y que lo sigas disfrutando, Charo

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  9. espero que el domingo 4,30 hs.(argentina), estès cerca de las càmaras de ESPN
    mandando saludos para toda la gente que te quiere y extraña...te comento que vì a tu gloriosa acade, GIO me hizo acordar a DAN CARTER y TEO a SONNY BILL W.
    pregunta...lo viste a gered..???

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