02-10-11:
Un lluvioso amanecer acompañó nuestro despertar en la
chatísima ciudad de Palmerston North, cuyo cielo también se había sumado al
llanto de todo el mundo rugbístico ante la noticia que anunciaba la lesión de
Dan Carter, uno de los mejores aperturas de la historia (junto con Fox, Linagh,
Wilkinson, Hernández y Yo…), y sin dudas la figura indiscutida del mundial. La
triste noticia (tal vez para algún pedorro sea bueno que Carter no juegue
contra los pumas, pero para mí no va a dejar de ser una calamidad, ya era bastante
la ausencia del mago…) fue digerida junto con un frugal desayuno, luego del
cual decidimos salir a caminar un poco por las calles del pueblucho, cuya
tristeza se encontraba increíblemente incrementada a causa de las
precipitaciones y de que obviamente no había ni un local abierto, porque eran
las 10 menos 5.
Rodeando la enorme (y horrible) plaza central nos topamos con
una considerable cantidad de personas, casi en su mayoría argentinos, parados
en la puerta de una estructura que parecía ser un shopping. Allí comprendimos
la magnitud de la pedorrez del pueblo, cuya única actividad en oferta para un
día de lluvia era el paseo por su decadente shopping, el cual abrió sus puertas
a las 10 clavadas, recibiendo con brazos abiertos las oleadas de turistas
argentinos ávidos por consumir. En el mismo pudimos matar un poco el tiempo que
restaba antes del partido, realizando una interesante pasada por nuestra
adorada casa de la marca de los tres kiwis, y por una especie de bazar gigante
en el cual conseguimos unos pantalones tipo cargo bastante zafables a 25
kiwidollars. Hablando del tema compras, un hasta ahora se me venía escapando
realizar un retrato de lo que dicha actividad significa para el Rober, llegando
a tal extremo pasional que con el colo creemos que la coloca por encima del
mundial mismo. Una frase que ilustra con aplastante precisión lo que siente fue
pronunciada mientras buscábamos estacionamiento en Wellington, cuando ante la
posibilidad de dejar el auto en la calle largó un: “no nos vamos a arriesgar a
arruinar la felicidad del viaje por un partido de mierda entre Francia y Tonga”,
haciendo clara alusión a lo que significaría el robo de las cosas que habíamos
comprado. Otro ejemplo clarísimo ocurrió en Nelson, cuando, de camino a la
cancha, mientras yo tuve que regresar al pique a la habitación para buscar la
bandera de Walter que habíamos olvidado, él ingreso a un local, compró un
pantalón, y se vió todo el partido con la bolsita colgando en la cancha, una
cosa inédita.
Salimos del shopping con una sonrisa en los labios a causa
de que la lluvia había cesado, y, luego de una pasadita por el hotel con el fin de acicalarnos apropiadamente para el partido, rumbeamos nuevamente hacia la plaza
central, punto obligado antes de llegar al estadio (ubicado a no más de 5
cuadras del hotel), la cual estaba completamente tomada por ruidosos
argentinos, y en donde nos encontramos por enésima vez con Marcela, que estaba
dando vueltas cerca del micro de cancillería, y de un gigantesco asado que se estaba
preparando para el calculado festejo. También había en el lugar una buena
cantidad de puestitos ofreciendo baratijas y comida, lo cual, a causa de la
inmensa cantidad de compatriotas, y de la densidad de “sorys” que se oían a
diestra y siniestra, era lo más parecido a plaza Francia que vimos en nuestra
vida.
Caminamos las pocas cuadras que nos restaban, y para eso de
las 12.15 (el partido empezaba a las 13) ya estábamos acomodados en nuestras
impresionantes localidades (las mejores en lo que va del mundial), habiendo
atado ya la bandera de Walter, y retratados con Manuel Contepomi, a quien nos
cruzamos cuando estábamos por sentarnos, cómodamente ubicados a metros de la
cabina de los entrenadores. La cancha, de forma similar a la de Ferro, aunque
un poco más pequeña y moderna, estaba atestada de Argentinos, vislumbrándose
apenas algunos Georgeanos locos que intentaban llamar la atención con extraños
cánticos.
Estimo que todos habrán visto el aburrido partido, salvado
de la monotonía por un puñado de jugadas inspiradas, quedando el resto para el
más ignominioso de los olvidos, así que no hay mucho más para decir al
respecto, salvo que la verdad me hubiese gustado ver a los pobres escoceses
intestando cambiar nuevamente el vuelo ante la impensable posibilidad de una
victoria de Georgia, que al final del primer tiempo parecía bastante posible.
Va a estar durísimo contra los all blacks, especialmente jugando así, pero a
los pumas siempre les va mejor cuando no tienen que proponer la iniciativa del
juego. (en cuanto a ese partido, y nuestra posible presencia en el mismo,
promovida por varios metefichísticos mails desde Argentina, debo decirles que
parece ser imposible, no sólo porque deberíamos vender un riñon, y posiblemente
parte del prometéicamente regenerativo hígado, si no porque el colorado
putarraco ha demostrado ser inmune a mis intentos por convercerlo para
quedarnos, demostrando claramente que lleva en sus venas la sangre de un hincha
de River de pura cepa. Con amigos así…
Pero bue, finalizado el festejo, que no fue ni un 10 % del
realizado luego de la victoria ante Escocia, regresamos a la plaza con la firme
intención de clavarnos un chori o un carnipan gratarola, pero la cola era tan
larga que decidimos que no valía la pena perder tanto tiempo por algo que
tenemos con solo chasquear los dedos en argentina, así que nos hicimos de 2
platos vietnamitas vendidos en los rebosantes puestitos de la feria, cuyos
dueños, al igual que los de los locales del shopping, deberán comenzar a
rezarle y agradecerle a Santa Crishtina.
Con el estómago feliz, encaramos nuevamente para el shopping
(otra cosa no quedaba para hacer en este pueblo mugroso) (eso sí, ordenadísimo,
pero eso no le saca su pedorréz), donde fuimos merecidamente ajusticiados por
el Rober, quién, indignado por nuestras acusaciones sobre sus características
consumistas, nos agarró realizando una impensada compra de unas plachuelas
antibacterianas de colores para cortar los alimentos (azul para pescado, roja
para carne, amarilla para pollo, etc). Seguidamente, realizamos un intermezzo
en un puestito de café para eso de las 17, mientras el shopping cerraba ante
nuestros atónitos ojos, nos fuimos para el infalible countdown, nuestro
supermercado de cabecera, donde adquirimos todos los insumos necesarios para
que nuestro gourmet todoterreno nos agasajara con unas deliciosas milanesas con
puré y huevos fritos, acompañadas por cocucha y una Shweppes de lima que fue lo
más parecido al jarabe para la tos marca Krusty que probé en mi vida. En cuanto
a las milas, además de la innegable mano de Rober, es para mencionar la impresionante
calidad de la nerca que se ofrece en éstas tierras.
Por suerte, para aliviar la espera mientras se preparaban
los manjares divinos, tuvimos la oportunidad de ver un par de interesantes
partidos, como Gales vs Fiji e Italia vs Irlanda, en los cuales quedó confirmada
la excelente racha por la que pasa el equipo del dragón rojo (en mi opinión, fuerte
candidato al 3er puesto), y la naturaleza vendehumística de los tanos, quienes
se agarraron mucho el pechito durante la cantada de su himno, pero siguieron
sin taclear ni a su hermana, sufriendo una derrota aplastante. Ya pipones luego
de la cena, tuvimos la chance de mirar la final del torneo de Rugby League,
extraña modalidad de juego, practicada principalmente en Inglaterra y
Australia, en la cual 13 jugadores de cada lado se matan a choques frontales, casi
sin detenciones, formaciones ni pases (termina siendo similar al fútbol
americano). Lamentablemente los Warriors, el único equipo neozelandéz que
participa del torneo, terminaron perdiendo por bastante diferencia ante sus
rivales australianos, quienes se alzaron con la copa.
Bueno, a dormir porque mañana nos vamos a levantar bien
temprano para rajar cuanto antes de éste pueblucho miserable olvidado por la gracia del dios de los paisajes neozelandeses,
quien solamente le concedió a sus montesuchos como escape de la monotonía la
presencia de una importante cantidad de, al menos modernos, generadores de
energía eólica. (ah, ya no recuerdo si lo mencioné antes, pero en la zona de
Taupo, además de existir varias represas de energía eléctrica sobre el río
Waikato, también vimos plantas de generación de energía geotérmica, con sus
blancas fumatas volando hacia el infinito).
PD: Gracias por los comentarios sobre nuestras supuestamente
sodomitas costumbres a raíz de las fotos en los baños termales. Las
interpretamos como inequívocos signos de la mas putrefacta envidia, lo cual
llena de satisfacción nuestros corazones.
Juampi, quedate. Si por unas de esas remotas posibilidades (que la historia de los Pumas ha demostrado que se puede), le llegamos a ganar a Nueva Zelanda, dejándolos afueda de su mundial, sería un hito histórico que solo pocos pudieron vivir y contar. Obviamente con un envión anímico de esas características, tendrías que analizar quedarte hasta el final, colecta de por medio de tus seguidores de Argentina, porque hasta campeones no paramos. Obviamente que es una locura, pero si te lo ponés a pensar es solo un partido, dos tiempos de 40. La historia de David y Goliat. Un abrazo, Fede y Ceci
ResponderEliminarQuedate JP, Paúl invita.
ResponderEliminarConozco a alguien (No voy a revelar su identidad) que dice que el de la bandera es el padre Grassi...
ResponderEliminargordi quedense, yo ayudo. Ma besos
ResponderEliminarQ hace Nacho escribiendo en la pizarra de la garrapiñada ?????
ResponderEliminarbesos a los 3!!
Nurs.-
Eso que tenes en la foto n°9 es un chupetín??? Me imagino que estaras degustando todos los dulces neozelandeses jajajaja
ResponderEliminarPd 1: lo de la coca diet es para sentirse menos culpables no?..
Pd 2: recordá traerme autógrafos, en lo posible un balón firmado por uno de los all blacks(a los que claramente vamos a derrotar)merci beaucoup!
no cai en la cuenta que se volvian antes..una pena!
ResponderEliminarEmi: el de la bandera ES el cura Grassi; no quise decirlo antes porque después de las fotos en el agua quedaba muy delator.
ResponderEliminarAnónimo.
Saque a Palmerton North o como se llame como posible destino turístico. Rober para ser completo es shopinero.- Graciela.
ResponderEliminarNo van a ver el partido de Argentina con Nueva Zelanda???
Graciela